La Iglesia de Santiago Apóstol del Cercado fue fundada en el año de 1571, y presenta en su construcción la mezcla de los estilos barroco, neoclásico y neogótico.

 

Al igual que muchos otros templos católicos en el Perú, la Iglesia de Santiago del Cercado presenta, a nivel estructural, una planta en forma de cruz latina, sobre cuyo crucero se puede observar una bóveda de medio cañón y una cúpula. 

 

En este edificio religioso es posible hallar la presencia del estilo neoclásico, tanto en el retablo mayor como en los laterales, mismos que, a diferencia del templo, datan del siglo XIX; también se observa el estilo neogótico en el retablo del crucero que se distancia de los anteriores por un siglo.

 

Se sabe que, inicialmente, el templo presentó un marcado estilo barroco, aunque por los diferentes sismos y terremotos que sucedieron en Lima, algunas partes fueron modificadas; tal es el caso de la fachada que actualmente presenta, así como también las torres gemelas del edificio, que actualmente lucen un estilo neocolonial.

 

El altar mayor, más bien, es de estilo neoclásico tardío, coronado con la figura de Santiago Mata Moros y en la hornacina principal una Virgen del Carmen, que es, por excelencia, patrona de los Barrios Altos.

 

Acerca de la historia del templo, se sabe que, inicialmente, fue administrado por la orden de los jesuitas hasta la expulsión que sufriera esta orden en el año de 1770. Tras el suceso, la orden de los carmelitas pasó a ocupar el edificio. Fueron ellos quienes, a inicios del siglo XX, se encargaron de fundar, próximo al templo, la primera rama masculina de la orden en el país.

 

Al interior de la iglesia destaca la presencia de distintas piezas de arte religioso de gran valor, tanto por su belleza, como por su historia y carácter único; entre las piezas más importantes resalta el lienzo de la Virgen del Carmen (siglo XX), considerado patrimonio nacional. Otro lienzo importante de la colección del templo es el del Niño Jesús de Praga, también del siglo XX. Asimismo, se encuentran en el lugar dos lienzos del siglo XVIII de gran importancia, y que son el cuadro de Santiago Apóstol y el de San Agustín.